NUESTRO AMADO SRILA GURUDEVA


vandaru‑jana‑mandara‑krsna karnamrta priyam
dayardra‑hrdayam‑gadha radha‑tattva‑nivedakam
gaura‑prema‑pradipena loka‑kalyana karakam
srila sridhara‑devasya sisyavaryam gunojjvalam
vandamahe gurum bhaktya sri bhagavata bhusanam

Ofrezco mis profundas reverencias a mi amoroso maestro espiritual, Paramahamsa Thakura Srila Badrinarayana Bhagavata Bhusana Guru, quien es el mejor y más prominente discípulo de su maestro espiritual, Paramahamsa Thakura Srila Sridhara Deva Gosvami Maharaja.
Él está brillantemente adornado con todas las divinas cualidades de su maestro espiritual.
Srila Bhagavata Bhusana Guru, nuestro Divino Maestro, siempre está rodeado por sus muy queridos e íntimos discípulos, quienes le glorifican constantemente.
Él es como un árbol que complace todos los deseos con los más asombrosos pasatiempos de Krsna, los cuales son vivificante néctar para los oídos.
Él es muy compasivo con las almas caídas y perdidas de este mundo, y su corazón está profundamente iluminado con el divino servicio a la bella Sri Radha, el cual distribuye magnánimamente al mundo entero.
Él está lleno de amor por Gaura, Sri Caitanya Mahaprabhu, la luz divina a través de la cual trabaja desinteresadamente para el más elevado beneficio de la humanidad.

NUESTRO AMADO MAESTRO


Por supuesto, la realización más elevada es que en el cielo espiritual sólo Srimati Radharani es guru. Por eso, cuando se llega a esa realización, cuando uno enfoca la bienaventuranza última, sólo verá a

Srimati Radharani rodeada de Sus sakhis, las amigas que le asisten, que también son gurus.
Esa región es considerada como la tierra de los gurus. Este es el poder de la concentración en la devoción exclusiva
.



El Guru es como una oleada gigantesca que se manifiesta repentinamente desde el profundo océano y al mismo es la apacible calma del océano. El profundo océano aparece como una ola para relacionarse con nosotros. Una mirada al sol del medio día, que se muestra de una manera tan bella el impresionante amanecer y el inolvidable atardecer, hace que uno olvide toda su existencia. El infinito parece como finito y el ilimitado parece como limitado pero solo ante nuestra sofocada y superficial manera de pensar y de sentir.